Alcázar de la Cruz
AtrásUbicado en Guaymallén, sobre el Lateral Norte del Acceso Este, Alcázar de la Cruz se presenta como una propuesta gastronómica con una fuerte impronta española, matizada con clásicos argentinos. Este establecimiento ha logrado captar la atención del público mendocino no solo por su carta, sino principalmente por su entorno físico: un espacio amplio y cuidado, con un extenso jardín que se convierte en su principal carta de presentación y uno de sus atractivos más valorados, especialmente para comidas familiares o con niños durante los fines de semana.
El Atractivo Principal: Un Ambiente para Disfrutar al Aire Libre
Uno de los puntos más destacados y consistentemente elogiados por quienes visitan Alcázar de la Cruz es su ambiente familiar y su entorno. El restaurante cuenta con un hermoso y amplio espacio verde, un "pasto hermoso", como lo describen algunos clientes, ideal para disfrutar de una comida al aire libre. Esta característica lo convierte en un lugar especialmente adecuado para grupos grandes, familias con niños que pueden jugar con libertad, o simplemente para quienes buscan una comida en un entorno más relajado y natural. La atmósfera es descrita como armónica y cuidada, lo que sugiere una inversión deliberada en crear una experiencia agradable desde lo visual y espacial. Este es, sin duda, el pilar sobre el que se sostiene gran parte de su reputación.
La Propuesta Gastronómica: Entre Aciertos y Desaciertos
La carta de Alcázar de la Cruz busca evocar los sabores de la cocina española, ofreciendo platos como paella, tortilla de papas, rabas y jamón crudo. A esta oferta se suman opciones de la parrilla argentina y pastas, buscando satisfacer un paladar más amplio. Sin embargo, es en la ejecución de estos platos donde el restaurante muestra su mayor inconsistencia, generando opiniones marcadamente divididas entre sus comensales.
Por un lado, hay experiencias muy positivas. Algunos clientes celebran la comida abundante y sabrosa, destacando platos específicos que han cumplido o superado sus expectativas. Se menciona, por ejemplo, un ojo de bife cocido a la perfección, respetando el punto solicitado por el cliente, un detalle que no siempre se encuentra. La paella, en sus mejores días, es descrita como rica y generosa en mariscos, y los raviolones de salmón también han recibido elogios. Cuando la cocina acierta, ofrece una experiencia que justifica la visita y el precio, que se sitúa en un rango intermedio.
Las Inconsistencias que Generan Críticas
Lamentablemente, la irregularidad es un problema recurrente que empaña la experiencia para muchos. El concepto de un bodegón mendocino con especialidades españolas es atractivo, pero las críticas apuntan a una falta de rigor en la preparación de platos tradicionales. La paella, plato insignia de la casa, es un claro ejemplo de esta dualidad: mientras unos la disfrutan, otros la han recibido seca, recalentada, con exceso de pollo y falta de sazón. La tortilla de papas, otro clásico español, ha sido criticada por llegar a la mesa sobrecocida, como una "suela de zapato", incluso cuando se pide explícitamente poco hecha. Detalles como servir un jamón crudo de calidad regular con el aceite de oliva ya vertido encima, en lugar de permitir que el comensal lo aderece a gusto con un buen aceite, denotan una posible falta de conocimiento o de atención a las sutilezas de la gastronomía que promueven.
Las pastas también generan opiniones encontradas. Hay reportes de cintas a la bolognesa servidas crudas o ravioles con una masa excesivamente gruesa. En el apartado de mariscos, la tabla de mar ha sido criticada por rabas duras, una fritura deficiente y camarones sin desvenar, fallos que un restaurante con este nivel de precios no debería cometer. Estas inconsistencias sugieren que la experiencia en Alcázar de la Cruz puede ser una lotería, dependiendo del día o del plato que se elija.
Servicio y Atención: Un Campo para Mejorar
El trato del personal es generalmente descrito como amable y simpático. Las mozas reciben comentarios positivos por su buena disposición. Sin embargo, la amabilidad no siempre se traduce en eficiencia. Varios clientes han señalado que la atención en las mesas podría ser más proactiva, prestando mayor atención a las necesidades que surgen durante la comida. El punto más crítico en cuanto al servicio son los tiempos de espera. Se han reportado demoras de más de una hora y veinte minutos para recibir la comida, incluso habiendo llegado con reserva y en momentos de menor afluencia. Estos largos tiempos de espera, sumados a la posibilidad de recibir un plato frío o mal ejecutado, son una fuente importante de frustración y críticas negativas.
Consideraciones Adicionales para el Cliente
Hay otros factores prácticos a tener en cuenta antes de visitar Alcázar de la Cruz. Un punto mencionado es la climatización del local; en épocas de frío, el ambiente puede resultar desapacible, algo a considerar si se planea una visita en otoño o invierno. Por otro lado, el restaurante ofrece servicios como la posibilidad de hacer reservas, comida para llevar y cuenta con acceso para sillas de ruedas, lo que amplía su accesibilidad.
Alcázar de la Cruz es un restaurante con un potencial innegable, anclado en un entorno físico privilegiado que lo convierte en un bodegón con jardín muy atractivo. Su propuesta de cocina española y argentina puede resultar en una comida excelente, con platos abundantes y bien logrados. No obstante, la marcada inconsistencia en la calidad de su cocina y las demoras en el servicio son sus principales debilidades. Para el cliente potencial, la visita implica un cierto riesgo: puede encontrarse con una experiencia memorable en un lugar hermoso o con una decepción culinaria a un precio que exige mayor fiabilidad. La decisión dependerá de si se prioriza el ambiente sobre la garantía de un plato consistentemente bien ejecutado.
