Balneario Puerto Bonito

Ubicado directamente sobre la Avenida Costanera, el Balneario Puerto Bonito se presenta como una opción gastronómica consolidada para quienes visitan Villa Gesell. Su propuesta combina la experiencia de un parador de playa con la de un restaurante que, por sus características, roza el concepto de un bodegón de playa. La promesa es simple: comer bien, en abundancia y con una vista directa al mar. Sin embargo, como en muchos locales con una carta amplia, la experiencia puede variar significativamente según la elección del plato.

La fortaleza indiscutida de Puerto Bonito reside en sus frutos de mar, especialmente en sus frituras. Las rabas son el plato estrella, elogiadas de manera casi unánime por los comensales, quienes las describen como excepcionales y un motivo suficiente para visitar el lugar. Siguiendo esta línea, la "picada de mar" es otra de las elecciones más recomendadas. Se trata de una fuente generosa que incluye no solo rabas, sino también bastoncitos de pescado, calamares empanizados y cazuelas de mariscos, acompañada de papas fritas. La abundancia es un factor clave aquí; varios visitantes señalan que son platos abundantes, ideales para compartir entre dos o más personas, justificando así una relación precio-cantidad que muchos consideran adecuada.

El menú: de los aciertos marinos a las dudas terrenales

Más allá de los aclamados mariscos, la carta se extiende para incluir otras opciones que han recibido críticas mixtas. Pastas como los sorrentinos, especialmente con salsas particulares como la de "mate", han sido calificadas con la máxima puntuación por su sabor y originalidad. También hay minutas clásicas y carnes que cumplen, como la merluza con puré o el bife de chorizo con papas bravas. Estos platos mantienen la línea de porciones generosas, un sello distintivo del lugar que lo acerca a la filosofía de los bodegones en Villa Gesell, donde el comensal busca quedar satisfecho.

No obstante, no todos los platos alcanzan el mismo nivel de excelencia. Las hamburguesas, por ejemplo, han sido un punto débil señalado en varias reseñas. La principal crítica apunta a la calidad del pan, descrito como seco, lo que desmerece el conjunto del plato. Este tipo de inconsistencias son importantes a tener en cuenta. Del mismo modo, las papas fritas, aunque acompañan muchos platos, han generado opiniones divididas: mientras algunos las disfrutan, otros señalan que no parecen ser caseras, un detalle que los paladares más exigentes suelen notar. Otro aspecto a considerar es la disponibilidad del menú, ya que algunos clientes han reportado que ciertos cortes de carne no estaban disponibles al momento de ordenar, limitando sus opciones.

Servicio y ambiente: la experiencia frente al mar

El entorno de Puerto Bonito es uno de sus grandes atractivos. El salón, con amplios ventanales, permite disfrutar de la vista a la playa incluso en días ventosos o frescos, creando una atmósfera relajada y agradable. La atención del personal es otro punto consistentemente positivo, descrita como amable, atenta y eficiente, incluso al atender mesas grandes. Este buen servicio complementa la experiencia y hace que los clientes se sientan bienvenidos.

El balneario ofrece una estructura completa que va más allá del restaurante, con servicios de carpas y sombrillas. Esto lo convierte en una opción integral para pasar todo el día en la playa. Es importante notar que, fuera de la temporada alta, el horario de atención puede ser restringido, operando principalmente durante los fines de semana. Por lo tanto, es fundamental verificar su disponibilidad antes de planificar una visita.

Consideraciones finales para el visitante

Balneario Puerto Bonito se ha ganado un lugar en la costa de Villa Gesell por méritos propios. Es una opción altamente recomendable para los amantes de los mariscos y las frituras, especialmente para quienes buscan disfrutar de unas rabas memorables o una picada de mar para compartir. Su enfoque en platos abundantes lo convierte en un destino ideal para comidas grupales o familiares.

Sin embargo, los potenciales clientes deben ser estratégicos al ordenar. Mientras que los platos del mar son una apuesta segura, otras opciones como las hamburguesas pueden no cumplir con las expectativas. La recomendación sería inclinarse por las especialidades de la casa. Con un servicio cordial y una ubicación privilegiada, la balanza se inclina hacia lo positivo, consolidándolo como un bodegón de playa que, conociendo sus fortalezas y debilidades, ofrece una experiencia gastronómica muy satisfactoria frente al mar argentino.