Cuarto A

Ubicado en la calle Belgrano al 745, dentro del dinámico barrio de Güemes, Cuarto A se presenta como un bar y restaurante que ha generado opiniones muy diversas entre sus visitantes. Su propuesta se centra en un ambiente moderno y una carta variada, pero su principal carta de presentación, y el motivo por el que muchos lo eligen, es sin duda su terraza. Este espacio ofrece una de las vistas más destacadas de la zona, convirtiéndose en un imán para quienes buscan un lugar agradable para compartir una bebida al atardecer o una cena bajo las estrellas. Sin embargo, la experiencia completa en Cuarto A parece ser un juego de contrastes, donde los puntos altos conviven con áreas de mejora significativas que un potencial cliente debería considerar.

El Ambiente: La Terraza Como Protagonista Indiscutible

El mayor consenso entre quienes han visitado Cuarto A reside en la calidad de su ambiente. La terraza, descrita consistentemente como "espectacular" y "genial", es el activo más valioso del establecimiento. No es solo la vista panorámica lo que atrae, sino también la atmósfera que se logra crear. Varios clientes han destacado positivamente que el lugar cuenta con calefacción en el sector techado de la terraza, lo que permite disfrutar del espacio incluso en noches más frescas. Además, el volumen de la música suele ser adecuado para mantener una conversación sin dificultades, un detalle que se agradece y que no siempre es fácil de encontrar en la concurrida escena gastronómica de Güemes.

Este enfoque en un ambiente relajado y con una vista privilegiada lo posiciona como una opción atractiva para salidas en pareja o con amigos. La posibilidad de reservar una mesa suma un punto a favor, permitiendo planificar la visita y asegurar un lugar en este codiciado espacio. Es, en esencia, un lugar pensado para el disfrute visual y la socialización.

La Oferta Gastronómica: Un Terreno de Inconsistencia

Cuando la conversación se traslada de la vista al plato, las opiniones comienzan a fragmentarse. La experiencia culinaria en Cuarto A es, según múltiples testimonios, irregular. Por un lado, hay quienes han tenido experiencias positivas, como un cliente que elogió los tacos para dos personas, describiéndolos como "muy ricos", al igual que los cócteles que los acompañaban, como el fernet y el gin tonic. Esta reseña de cinco estrellas sugiere que el local tiene el potencial de ofrecer productos de calidad que satisfacen a sus comensales.

Sin embargo, una cantidad considerable de críticas apuntan en la dirección opuesta. La comida ha sido calificada por algunos como "insípida" y "sin sabor". Han surgido quejas específicas sobre varios platos: papas recalentadas y "achicharradas", nachos con un sabor extraño que sugería no ser frescos, una pizza comparable a la de una "rotisería barata de barrio" y una hamburguesa servida en un pan viejo y excesivamente tostado. Un comentario recurrente es que la comida "no estaba mala, pero tampoco destacable", lo que indica una falta de consistencia y de un sello de calidad que defina la cocina del lugar. Esta variabilidad en la calidad de la comida es un factor de riesgo para quien busca una experiencia gastronómica memorable.

Es importante señalar que la propuesta de Cuarto A, con platos como tacos, hamburguesas y pizzas, se alinea más con un bar moderno que con los tradicionales bodegones en Córdoba. Quienes busquen la clásica comida de bodegón, con sus platos abundantes y recetas caseras, quizás no encuentren aquí lo que esperan. El local compite en un barrio donde hay muchos bodegones y restaurantes, por lo que la calidad de la comida se vuelve un diferenciador crucial.

El Servicio: El Talón de Aquiles de Cuarto A

El aspecto más criticado y donde se percibe una mayor inconsistencia es, sin duda, el servicio. Las experiencias negativas en este ámbito son numerosas y detalladas. Varios clientes han reportado demoras extremas, desde esperar 40 minutos para que limpiaran una mesa hasta tardanzas de casi dos horas para recibir una pizza. Un caso particularmente frustrante fue el de una moza que olvidó registrar un pedido, lo que resultó en una espera de una hora y media hasta que los clientes se dieron cuenta y reclamaron.

La atención ha sido calificada de "desprolija" y desorganizada, con diferentes personas atendiendo la misma mesa a lo largo de la noche, lo que puede generar confusión y errores en los pedidos. Estos fallos en el servicio empañan seriamente la experiencia, incluso cuando el ambiente es agradable. Un buen plato y una linda vista pueden perder todo su encanto si van acompañados de un servicio deficiente y largas esperas.

No obstante, es justo mencionar que no todas las experiencias han sido negativas. La misma persona que disfrutó de los tacos y los tragos calificó la atención como "excelente". Esta disparidad sugiere que la calidad del servicio puede depender del día, del personal de turno o simplemente de la suerte. Para un cliente potencial, esto se traduce en una incertidumbre: se puede recibir una atención impecable o una que arruine la velada.

Información Práctica y Precios

Cuarto A se encuentra en un nivel de precios moderado (marcado como 2 de 4), lo cual es competitivo para su ubicación en Güemes. Ofrece servicio para cenar en el local y comida para llevar, pero no cuenta con delivery ni con opción de recogida en la acera. Sus horarios son amplios, especialmente los fines de semana (viernes, sábado y domingo), cuando permanece abierto hasta las 5:00 AM, lo que lo convierte en una opción viable para salidas nocturnas tardías. El hecho de que sea accesible para sillas de ruedas es también un punto importante a su favor.

Cuarto A es un establecimiento con dos caras muy definidas. Por un lado, ofrece un entorno físico excepcional, con una terraza y unas vistas que lo convierten en uno de los lugares más atractivos de Güemes para tomar algo. Por otro lado, la inconsistencia en la calidad de su comida y, sobre todo, en su servicio, representa un riesgo considerable. Es el tipo de lugar al que se podría ir con las expectativas ajustadas: ideal para disfrutar de un cóctel con una vista inmejorable, pero quizás no la opción más segura para una cena donde la gastronomía y la atención impecable sean la prioridad. La decisión final dependerá de lo que cada cliente valore más en su salida.