Cucinotto
AtrásCucinotto se ha consolidado en City Bell como un punto de referencia gastronómico con una identidad dual muy marcada. Por un lado, es una pizzería con una reputación formidable, considerada por muchos como pionera en la introducción de la pizza estilo napolitano en Argentina. Por otro, opera con el alma de un bodegón de barrio, un lugar bullicioso, casi siempre lleno, donde además de pizza se sirven platos que evocan la comida casera en bodegón, generando una clientela fiel que está dispuesta a hacer largas colas para conseguir una mesa.
La propuesta gastronómica: Entre la excelencia y la inconsistencia
El corazón de la oferta de Cucinotto es, sin duda, su pizza. El fundador, Alejandro Argüello, trajo su experiencia de Europa en 2008, apostando por un estilo napolitano en un momento en que el mercado local prefería masas altas y sobrecargadas de queso. Esta visión pionera se materializa en una masa elaborada con harinas especiales y un reposo de 72 horas, cocida en un horno a leña que alcanza temperaturas de hasta 480 grados. El resultado, según la mayoría de las opiniones, es una pizza excepcional. Sin embargo, la experiencia no es universalmente perfecta. Existen testimonios de clientes que se han encontrado con una calidad decepcionante, describiendo una masa "sin sabor y cruda", con ingredientes de baja calidad y un resultado general mediocre, especialmente considerando el precio, que algunos consideran elevado para una experiencia fallida.
Más allá de la pizza, Cucinotto despliega una carta que justifica su fama como uno de los bodegones más concurridos de la zona. Las entradas son un capítulo aparte y refuerzan esta imagen. La provoleta, descrita como "enorme" y "muy rica", es un claro ejemplo de porciones abundantes. La empanada de carne cortada a cuchillo también recibe elogios constantes, posicionándose como una opción de entrada casi obligatoria para quien visita el lugar. La carta se extiende a pastas, risottos, carnes y mariscos, conformando una propuesta italo-argentina que satisface a quienes no buscan exclusivamente pizza.
Postres y bebidas: Altibajos en el final
La sección de postres mantiene esta dualidad de percepciones. El volcán de chocolate con helado de americana y el flan con dulce de leche son frecuentemente destacados como deliciosos y bien logrados, un cierre perfecto para una cena contundente. No obstante, un clásico como el tiramisú ha sido calificado por algunos comensales como simplemente "común" o que "zafaba", sin estar a la altura del resto de la oferta. En cuanto a las bebidas, la calidad parece ser más consistente, con menciones especiales a un "excelente" Fernet, un clásico indispensable en la mesa de cualquier establecimiento con aspiraciones de bodegón.
La experiencia en el local: El precio de la popularidad
Visitar Cucinotto implica entender y aceptar ciertas condiciones que definen su carácter. El primer y más importante factor a considerar es la espera. El restaurante es extremadamente popular y no es raro encontrar gente haciendo fila antes de que las puertas abran a las 19:30. La recomendación unánime de los clientes habituales es llegar minutos antes de la apertura o bien pasadas las 21:30 para evitar el pico de mayor afluencia. Esta alta demanda tiene un impacto directo en el ambiente: el salón suele estar abarrotado y el nivel de ruido puede dificultar la conversación, por lo que no es el lugar más indicado para una cena tranquila o íntima.
El servicio, por otro lado, es uno de sus puntos más fuertes y consistentemente elogiados. Los empleados son descritos como "excelentes, atentos y memoriosos", capaces de manejar el alto volumen de trabajo sin cometer errores y manteniendo un trato cordial. Esta eficiencia es clave para compensar otros aspectos menos favorables de la experiencia.
Aspectos a mejorar: Comodidad y ambiente
A pesar de su éxito, existen áreas de mejora evidentes. Una de las críticas más recurrentes se refiere a la climatización del local. Varios clientes han señalado que el lugar está "muy mal calefaccionado", llegando a pasar frío durante su cena, un detalle no menor en los meses de invierno. La decoración es calificada como funcional y bien lograda para un presupuesto acotado, pero sin lujos. Ocasionalmente, se transmiten partidos en una pantalla, aunque se han reportado fallos técnicos que interrumpen la transmisión. Estos detalles, si bien pueden parecer menores, afectan la comodidad general y la percepción de calidad del cliente.
¿Vale la pena la espera en Cucinotto?
Cucinotto es un fenómeno en City Bell. Su propuesta de pizza a la piedra de alta calidad, combinada con el encanto de un bodegón de barrio con platos abundantes, ha demostrado ser una fórmula ganadora. El excelente servicio del personal es un pilar fundamental de su éxito. Sin embargo, los potenciales clientes deben estar preparados para sus desventajas: las largas esperas son casi una certeza, el ambiente es ruidoso y la comodidad del salón puede ser deficiente, especialmente en lo que respecta a la temperatura. La inconsistencia ocasional en la calidad de su producto estrella, la pizza, también es un riesgo a considerar. Es un lugar ideal para quienes buscan una atmósfera vibrante y una comida generalmente muy buena, pero puede decepcionar a quienes priorizan el confort, la tranquilidad o una calidad gastronómica infalible en cada visita.
