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El Patio de Franz

El Patio de Franz

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Avenida Argentina 344, Q8300 Neuquén, Argentina
Restaurante
8 (4118 reseñas)

Ubicado sobre la concurrida Avenida Argentina, El Patio de Franz se presenta como uno de esos establecimientos con historia en Neuquén, un lugar que muchos locales conocen y han visitado en alguna ocasión. Su propuesta, centrada en un menú amplio que abarca desde el desayuno hasta la cena, y su distintivo patio, le confieren una identidad de bodegón clásico, aunque la experiencia de los comensales parece ser cada vez más polarizada, dibujando un panorama de aciertos notables y desaciertos preocupantes.

El ambiente es, sin duda, uno de sus puntos fuertes. El restaurante ofrece distintos espacios para acomodar a sus clientes, desde mesas en la vereda y un salón interior acogedor, hasta el famoso patio que le da nombre, parcialmente cubierto y calefaccionado. Esta versatilidad lo convierte en una opción atractiva para diferentes momentos y grupos. Sin embargo, este patio tan característico no está exento de problemas; varias opiniones señalan una dificultad persistente con las palomas, un detalle que puede llegar a ser bastante incómodo para quienes eligen disfrutar de su comida al aire libre.

Atención al Cliente: Entre la Amabilidad y la Paciencia

El servicio en El Patio de Franz es otro aspecto con marcados contrastes. Por un lado, muchos clientes destacan la amabilidad y buena disposición del personal, mencionando incluso a empleados por su nombre, como Rubén, quien ha sido elogiado por su excelente atención. La rapidez en el servicio, especialmente dentro del salón principal, es un punto positivo recurrente. No obstante, esta eficiencia no parece ser uniforme en todo el establecimiento. Quienes se sientan en las mesas exteriores o en la planta alta a menudo reportan una atención más lenta, que requiere una dosis extra de paciencia. Esta inconsistencia sugiere que la experiencia puede variar significativamente dependiendo de dónde te toque sentarte.

La Oferta Gastronómica: Un Campo de Inconsistencias

La carta de El Patio de Franz es amplia y variada, una característica típica de los bodegones que buscan satisfacer todos los gustos. Ofrecen platos tradicionales, minutas, pastas, carnes y, por supuesto, pizzas. Es precisamente en la cocina donde reside la mayor controversia. Hay platos que reciben excelentes críticas, como el bife de chorizo, descrito por una comensal como perfectamente cocinado y de gran calidad, convirtiendo su visita en una experiencia memorable. Esto demuestra que la cocina tiene la capacidad de ejecutar preparaciones de alto nivel.

La Pizza: De Plato Estrella a Foco de Críticas

A pesar de su fama como pizzería tradicional, la pizza de El Patio de Franz es actualmente su talón de Aquiles. Múltiples reseñas recientes y contundentes apuntan a una notable caída en la calidad. Las quejas son específicas y variadas: pizzas que llegan frías a la mesa (o al mostrador para llevar), masas duras, recalentadas y sin sabor, escasez de queso e ingredientes de baja calidad. Para un producto que debería ser una apuesta segura, esta falta de consistencia es un grave problema que ha decepcionado a clientes habituales y nuevos por igual. Incluso otras preparaciones sencillas, como unos tostados de entrada, han sido criticados por estar mal presentados y quemados, lo que refuerza la percepción de una cocina con altibajos.

Lo Positivo y lo Negativo a Considerar

Para un potencial cliente, es crucial sopesar los pros y los contras que definen a este establecimiento neuquino.

  • A favor: El ambiente es acogedor y versátil, con un patio que, a pesar de sus inconvenientes, sigue siendo un gran atractivo. El servicio puede ser muy bueno y amable. La carta ofrece comida abundante y variada, con platos como las carnes que pueden resultar excelentes. Además, la selección de cervezas ha mejorado, según algunos clientes.
  • En contra: La inconsistencia es el mayor problema. La calidad de la comida, especialmente la de su plato insignia, la pizza, es muy irregular y ha generado una gran cantidad de críticas negativas. El servicio puede ser lento en las zonas más alejadas del salón principal. Finalmente, el problema con las palomas en el exterior es un factor real que puede afectar la comodidad de la experiencia.

En definitiva, El Patio de Franz es un restaurante de dos caras. Puede ofrecer una noche encantadora con un buen plato de carne en un ambiente familiar, o puede resultar en una decepción con una pizza deficiente. No es un lugar de certezas, sino de probabilidades. Los visitantes deben ir con expectativas realistas, quizás optando por explorar más allá de las pizzas y eligiendo su mesa estratégicamente si buscan un servicio más ágil. Es un bodegón de barrio con un legado palpable, pero que necesita urgentemente estandarizar la calidad de su cocina para mantener la lealtad de su clientela.

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