Estancia La Candelaria
AtrásUbicada en Lobos, la Estancia La Candelaria se presenta como una propuesta que fusiona historia, arquitectura imponente y la promesa de una experiencia campestre tradicional. Su principal atractivo es, sin duda, su castillo de estilo normando, una estructura que evoca paisajes europeos en plena pampa bonaerense y que sirve como un impactante telón de fondo. La oferta principal, y la más comentada por sus visitantes, es el "Día de Campo", una jornada diseñada para sumergir a los huéspedes en la cultura rural argentina.
La experiencia gastronómica es uno de los pilares de su propuesta. Visitantes frecuentes destacan la calidad y abundancia de la comida, describiendo el día como un evento completo que justifica su precio. La jornada usualmente comienza con una recepción que incluye una degustación de empanadas y vino, seguida de un almuerzo centrado en una parrillada completa con variedad de carnes, ensaladas y papas fritas. La tarde culmina con una merienda criolla. Este despliegue convierte a la estancia en un referente para quienes buscan un bodegón de campo con un servicio integral. La comida es descrita consistentemente como fresca, de buen sabor y representativa de un auténtico asado de campo.
El Entorno y las Actividades
Más allá de la comida, el entorno de La Candelaria es un factor decisivo para muchos. Las más de 100 hectáreas, con un parque diseñado por el célebre paisajista Carlos Thays, ofrecen un espacio vasto para el esparcimiento. El predio incluye no solo el castillo, sino también una capilla histórica, un frondoso bosque y áreas recreativas con canchas de tenis y vóley. Estas instalaciones permiten a los visitantes disfrutar de un día completo, alternando la propuesta gastronómica con paseos y actividades al aire libre. La posibilidad de alojarse en el propio castillo o en sectores coloniales añade una capa de exclusividad a la experiencia, con habitaciones de estilo francés y mobiliario de época.
Puntos a Considerar Antes de la Visita
A pesar de las numerosas valoraciones positivas, un análisis detallado revela ciertas inconsistencias que los potenciales clientes deben tener en cuenta. El servicio, aunque a menudo elogiado, ha sido objeto de críticas puntuales pero significativas. Algunos visitantes han reportado demoras en la atención durante el almuerzo, incluso con una notable presencia de personal. Una reseña específica menciona que el asado fue servido tibio y que se percibió una atención diferenciada, priorizando a las mesas ocupadas por turistas extranjeros. Este tipo de feedback sugiere que la experiencia puede variar y que el nivel de servicio podría no ser homogéneo para todos los clientes.
Un aspecto aún más delicado ha sido señalado en relación con el trato a los animales, específicamente los caballos utilizados para las cabalgatas. Un testimonio describe una situación de maltrato, donde se forzó a un caballo pequeño a llevar a dos personas de gran tamaño, provocando la caída del animal. También se mencionó a otro caballo atado con una soga extremadamente corta que le impedía moverse. Para los visitantes que valoran el bienestar animal, este tipo de denuncias puede ser un factor determinante y representa un área de grave preocupación que el establecimiento necesita abordar con transparencia.
La Propuesta Gastronómica: Un Bodegón en Estancia
La Candelaria se posiciona fuertemente en el circuito de bodegones en Buenos Aires, aunque con la particularidad de estar en un entorno rural de lujo. La oferta culinaria va más allá de una simple comida; se trata de un ritual. En su versión más completa, la "Experiencia Candelaria", se incluyen actividades como una clase de empanadas con maridaje, el almuerzo con parrilla argentina tradicional, y hasta una clase sobre la preparación del mate. Los fines de semana se complementan con shows folclóricos o demostraciones de destrezas criollas, enriqueciendo aún más la inmersión cultural.
Estancia La Candelaria ofrece una experiencia visualmente espectacular y gastronómicamente generosa. Su castillo, su parque y su completa propuesta de comida de estancia la convierten en un destino atractivo para una escapada de la ciudad. Sin embargo, no está exenta de críticas. Las inconsistencias en el servicio y, sobre todo, las serias preocupaciones sobre el bienestar de sus caballos son aspectos que deslucen una propuesta que de otro modo sería casi impecable. La decisión de visitarla dependerá del balance que cada cliente haga entre la magnificencia del lugar y los puntos débiles reportados en su operación diaria.