Isabella Resto Bar
AtrásIsabella - Resto Bar, situado en la calle Constitución al 1220, es un establecimiento que opera en el barrio Echesortu de Rosario con una propuesta que evoca a los clásicos bodegones. Funciona ininterrumpidamente desde las 7:30 de la mañana hasta la medianoche, los siete días de la semana, ofreciendo desde desayunos hasta cenas, lo que lo convierte en una opción versátil para distintos momentos del día. Su carta y ambiente apuntan a un público que valora la cocina tradicional y sin pretensiones, una característica fundamental de un bodegón de barrio.
La oferta gastronómica es uno de sus puntos más comentados. Los clientes destacan con frecuencia la comida abundante, un rasgo distintivo de los bodegones en Rosario. Platos como la "pizanesa de roquefort" reciben elogios por su sabor y por ser ideales para compartir entre varias personas, lo que refuerza la idea de un lugar pensado para reuniones sociales. Otro plato mencionado positivamente es el "Carlito de pollo". Además, la disponibilidad de un menú ejecutivo a buen precio lo posiciona como una alternativa atractiva para los mediodías, consolidando su reputación dentro de los bodegones económicos de la zona. Para el desayuno, el café con leche y las medialunas son descritos como correctos y de buena calidad, siguiendo la línea de una cafetería tradicional.
La experiencia del cliente: una de cal y otra de arena
La atención y el servicio en Isabella - Resto Bar presentan un panorama de fuertes contrastes. Por un lado, existen reseñas que aplauden el trato recibido, llegando a calificar con la máxima puntuación a miembros específicos del personal, como una moza llamada Bárbara, cuya atención fue descrita como "de 10". Otros comensales señalan que, en general, el servicio es bueno y atento. Esta percepción positiva contribuye a la atmósfera familiar que muchos buscan en un bodegón.
Sin embargo, no todas las experiencias son iguales. Una parte significativa de las opiniones refleja una notable inconsistencia en la calidad del servicio. Algunos clientes reportan demoras en ser atendidos, especialmente en momentos de alta concurrencia, y una actitud inicial de indiferencia por parte del personal. El espacio físico, descrito como "no muy grande", puede llenarse rápidamente, lo que obliga a los clientes a esperar por una mesa y, en ocasiones, repercute en la agilidad del servicio. Por ello, es recomendable realizar una reserva o llegar con antelación.
Aspectos críticos a considerar
Más allá de las demoras, han surgido quejas mucho más serias que un potencial cliente debería conocer. Una de las críticas más severas detalla una experiencia profundamente negativa, mencionando a un mozo "mal educado" y, más preocupante aún, supuestos problemas de higiene. El relato incluye una "Picada Isabella" que, según el cliente, contenía restos de comida, y que al ser reemplazada, volvió en las mismas condiciones. La misma reseña denuncia haber encontrado una tostada usada en la panera y una milanesa de carne con sabor a pescado, lo que sugiere una posible contaminación cruzada en la cocina. Se afirma además que la gerencia presenció la situación sin ofrecer disculpas, un fallo grave en la gestión de quejas.
Aunque se trata de una opinión aislada entre muchas otras, la gravedad de estas afirmaciones representa un punto de inflexión para la reputación del lugar. A estos problemas se suman detalles menores de mantenimiento, como una puerta que no cierra correctamente y deja pasar corrientes de aire frío, afectando la comodidad de los comensales en el interior.
Veredicto final
Isabella - Resto Bar se presenta como un establecimiento con dos caras. Por un lado, encarna muchas de las cualidades que hacen a un bodegón un lugar querido: porciones generosas, sabores caseros en platos como picadas y minutas, y precios competitivos. Su amplio horario y la variedad de servicios (comer en el lugar, para llevar y delivery) le otorgan una gran flexibilidad.
Por otro lado, las inconsistencias en el servicio y las serias acusaciones sobre la manipulación de alimentos son factores que no pueden ser ignorados. La experiencia parece depender en gran medida del día y del personal de turno. Para quienes buscan una experiencia auténtica de bodegón y están dispuestos a aceptar posibles fallos en el servicio a cambio de comida abundante y a buen precio, Isabella puede ser una opción válida. No obstante, aquellos que priorizan un servicio impecable y los más altos estándares de higiene deberían considerar las críticas antes de tomar una decisión.