La Bodeguita de Pichincha
AtrásLa Bodeguita de Pichincha se presenta como una reinterpretación del concepto clásico de bodegón, fusionando la esencia de la comida de bodegón con una atmósfera vibrante y nocturna. Este establecimiento no busca replicar la nostalgia de los antiguos comedores, sino adaptarla a un público que valora tanto un buen plato como un ambiente festivo, con un fuerte acento en la cultura del vermut.
La Propuesta Gastronómica: Entre Aciertos y Desaciertos
El menú se centra en clásicos de la cocina argentina con un toque propio. Los "Carlitos" son, sin duda, uno de los protagonistas. Las reseñas destacan especialmente el de bondiola y el de carne desmechada con queso, valorados por su sabor intenso y contundencia. Acompañando a estos sándwiches, las papas fritas reciben elogios consistentes, descritas como "espectaculares". Otro punto fuerte son las picadas y tablitas; los clientes las señalan como una opción con una excelente relación entre cantidad, variedad y precio, ideal para compartir en grupo. Dentro de estas, las croquetas de risotto con queso azul se han ganado una mención especial por su sabor único.
Sin embargo, no toda la oferta culinaria recibe las mismas alabanzas. Mientras que las empanadas fritas y los platos para compartir son bien recibidos, algunos comensales han señalado que las porciones de ciertos platos individuales, como hamburguesas o sándwiches, pueden resultar escasas por su precio. La pizza rellena, que se vende únicamente por porción y no como una pieza completa, también ha generado opiniones divididas. Un detalle menor, pero recurrente en las críticas, es el tamaño de las gaseosas, servidas en latas de 350ml en lugar de las botellas de 500ml más habituales, lo que puede percibirse como un valor reducido.
La Experiencia del Vermut y las Bebidas
Como buena vermutería moderna, La Bodeguita de Pichincha pone un énfasis especial en esta bebida. El "vermut de la casa" o "vermut tirado" es calificado como imperdible y se ha convertido en una de las insignias del lugar. La carta de bebidas se complementa con cervezas y vinos, conformando una propuesta sólida para acompañar la comida o para disfrutar de un trago en su ambiente de "after-office".
Ambiente y Servicio: Una Experiencia de Contrastes
El local proyecta una identidad visual definida, descrita como una mezcla "retro y punk". Con luces bajas, manteles a cuadros y el detalle original de usar vinilos reconvertidos en bandejas, se crea un entorno que invita a la reunión entre amigos. La música es un componente central de la experiencia, pero también uno de sus puntos más polémicos. Dependiendo de la ubicación dentro del local —más tranquilo en el fondo y más ruidoso cerca de la barra— y del día de la visita, puede ser un agradable acompañamiento o un factor que dificulta la conversación. Esta característica subraya su perfil de bodegón moderno con alma de bar.
El servicio es otro aspecto con opiniones encontradas. Mientras algunos clientes han destacado la amabilidad y buena disposición del personal, mencionando a mozos específicos por su gran atención, otros han reportado demoras en la entrega de los pedidos y una atención que puede llegar a ser dispersa, con camareros más enfocados en conversar entre ellos que en atender a las mesas. Esta inconsistencia puede afectar significativamente la experiencia general.
Los Puntos Críticos a Considerar
Existen dos áreas que reciben críticas negativas de forma recurrente y que cualquier potencial cliente debería conocer.
- Los Baños: Es el punto débil más señalado. Los clientes describen los dos baños mixtos, ubicados en el primer piso, como un problema considerable. Los reportes mencionan olores fuertes, limpieza deficiente y un diseño de puertas que no permite saber si están ocupados, generando incomodidad.
- El Espacio para Bailar: El local cuenta con un área destinada al baile, pero el costo de la entrada, reportado en $10,000, es considerado excesivo por muchos, especialmente cuando se compara con otros bares de la zona que ofrecen entretenimiento similar sin un costo adicional.
En definitiva, La Bodeguita de Pichincha es una opción interesante dentro de los bodegones en Rosario para quienes buscan una salida nocturna animada, con buena bebida y platos para picar. Su fortaleza radica en sus sabores específicos como los Carlitos y las picadas, y en su atmósfera festiva. No obstante, es importante tener en cuenta sus debilidades: un servicio que puede ser irregular, un nivel de ruido a veces elevado y, sobre todo, instalaciones sanitarias que necesitan una mejora urgente. Es un lugar con una personalidad marcada, ideal para un público que priorice la energía del ambiente por sobre una cena tranquila y un servicio impecable.