Parrilla El Braserito
AtrásUbicada en Acassuso, sobre la calle Sebastián Elcano, la Parrilla El Braserito se presenta como una opción que evoca la esencia de los bodegones de barrio. Con una propuesta centrada en la tradición de la parrilla argentina, este local ha generado una base de clientes considerable, pero también un debate sobre su consistencia. Su atractivo radica en la promesa de porciones generosas y sabores auténticos, aunque la experiencia del cliente puede variar notablemente de una visita a otra.
La Propuesta Gastronómica: Entre la Abundancia y el Sabor
El corazón de El Braserito es, sin duda, su parrilla. Los comensales que han tenido una experiencia positiva destacan la calidad y el punto de cocción de sus carnes a la parrilla. Cortes como el vacío, el asado y el bife de chorizo son mencionados recurrentemente como puntos altos del menú. Se describe la carne como tierna, sabrosa y servida en porciones que justifican la visita, una característica fundamental de los bodegones en Zona Norte que buscan ofrecer una excelente relación precio-calidad. Las guarniciones, especialmente las papas fritas, también reciben elogios por su sabor y apariencia, complementando adecuadamente los platos principales.
Además, el formato de comida para llevar es uno de sus puntos fuertes. Varios clientes habituales optan por esta modalidad, señalando que la calidad y la cantidad de la comida se mantienen, convirtiéndolo en una alternativa confiable para disfrutar de un buen asado en casa sin las complicaciones de prepararlo. Esta dualidad entre el servicio de salón y el take-away le permite captar a un público diverso.
El Ambiente: Un Clásico con Asientos al Aire Libre
El Braserito ocupa un espacio que algunos describen como un clásico del bajo de San Isidro. El salón interior es de dimensiones reducidas, lo que puede resultar algo incómputo en días de alta concurrencia. Por ello, la mayoría de los clientes prefiere las mesas y banquetas dispuestas en la vereda, especialmente cuando el clima acompaña. Este espacio exterior, aunque agradable, no está exento de inconvenientes, ya que la proximidad a la calle lo convierte en una zona ruidosa. La atmósfera general es la de un restaurante de barrio sin grandes pretensiones, donde el foco está puesto en la comida más que en el lujo.
Los Puntos Débiles: Inconsistencia en Servicio y Cocina
A pesar de sus fortalezas, El Braserito enfrenta críticas significativas que no pueden ser ignoradas. El principal problema, señalado por una notable cantidad de clientes, es la inconsistencia y lentitud del servicio. Los testimonios describen esperas prolongadas, que van desde los 50 minutos hasta más de una hora y media, simplemente para recibir el plato principal. Esta demora abarca todo el proceso: desde la toma del pedido hasta la entrega de la cuenta. La atención es calificada como "pésima" en varias ocasiones, lo que sugiere una falta de personal o de organización en la cocina y el salón.
Esta falta de consistencia se extiende a la calidad de la comida. Mientras algunos celebran el punto perfecto de la carne, otros relatan haber recibido cortes crudos, incluso después de haberlos devuelto para una segunda cocción. Esta disparidad en la ejecución es un factor de riesgo importante para quien visita el lugar por primera vez. Un parrillero que no domina los puntos de cocción es un problema grave para un establecimiento cuyo principal atractivo es la parrilla.
Otros Aspectos a Considerar
Más allá de la parrilla, otros elementos del menú también han generado quejas. El sándwich de milanesa, por ejemplo, fue descrito en una ocasión como "incomible" por su dureza y exceso de ajo. La carta de vinos es otro punto débil: se la considera corta y con precios elevados para la gama de etiquetas que ofrece, mayormente de calidad media. Estos detalles, aunque menores en comparación con el servicio o la cocción de la carne, suman a la percepción de una experiencia que puede ser decepcionante.
Veredicto Final: ¿Vale la Pena la Visita?
Visitar Parrilla El Braserito parece ser una apuesta. Por un lado, ofrece la posibilidad de disfrutar de una excelente comida abundante, con cortes de carne sabrosos y a un precio accesible, en un ambiente relajado y sin formalidades. Es la personificación de un bodegón donde se puede comer bien y en cantidad. Su opción para llevar es, quizás, la forma más segura de disfrutar de su cocina sin los riesgos del servicio en el local.
Por otro lado, los potenciales clientes deben estar preparados para una posible larga espera y un servicio deficiente. La inconsistencia en la cocción de la carne es un factor crítico que puede arruinar la experiencia. No es un lugar recomendable para quienes tienen poco tiempo, poca paciencia o para una ocasión especial donde se espera que todo salga perfecto. Es, más bien, un lugar para ir sin apuro, con expectativas moderadas y, quizás, con la suerte de encontrar a la cocina y al personal en uno de sus días buenos.