Parrilla el Gato Verde
AtrásParrilla El Gato Verde se ha consolidado como una institución gastronómica en Chacabuco, reconocida por ser uno de los establecimientos más antiguos y tradicionales de la ciudad. Fundado en 1961 por los hermanos Ferrando, este lugar mantiene viva una herencia familiar que se percibe tanto en el servicio como en la cocina, donde los propios dueños, Marcelo y Luis, continúan atendiendo las mesas. Su propuesta se ancla en la clásica comida argentina, funcionando como un híbrido entre una parrilla tradicional y un restaurante de minutas con una carta de dimensiones notables.
Fortalezas: Variedad y Sabor Casero
El principal atractivo de El Gato Verde es, sin duda, la amplitud de su menú. Quienes lo visitan se encuentran con una oferta que abarca desde carnes a la parrilla hasta una extensa selección de pastas, milanesas, pescados y minutas. Esta diversidad lo convierte en una opción segura para grupos, ya que garantiza que cada comensal encontrará un plato a su gusto. Los clientes habituales destacan la calidad constante de sus preparaciones, que evocan el sabor de la comida casera. Platos como el matambre de cerdo a la parrilla, el matambre de res a la pizza y las milanesas de merluza reciben elogios recurrentes por su sabor y punto de cocción. Las pastas caseras son otro de sus pilares, descritas por algunos como si estuvieran hechas por la abuela, reflejando la dedicación y las recetas originales, algunas de ascendencia italiana, que la familia preserva.
El ambiente contribuye a la experiencia. El lugar conserva una estética de bodegón clásico o fonda, sin grandes lujos pero sumamente acogedor y confortable. La atención es otro punto fuerte; el trato cordial y profesional de su personal, incluyendo a los dueños, genera una sensación de familiaridad que muchos clientes valoran y por la cual regresan. La carta de vinos, descrita como amplia y diversa, complementa adecuadamente la propuesta culinaria, un rasgo esencial en cualquier bodegón argentino que se precie.
Aspectos a Considerar: Los Desafíos de una Propuesta Extensa
Sin embargo, la que es su mayor fortaleza también puede ser vista como una debilidad. La desmesurada extensión de la carta es señalada por algunos visitantes como abrumadora. La presentación, comparada con un "interminable listado de Excel", puede dificultar la elección y dar una impresión menos cuidada. Este enfoque en la cantidad sobre la curación de los platos es una característica de muchos bodegones en Buenos Aires y el interior, pero puede no ser del agrado de todos los públicos.
Otro punto de debate es la relación entre precio y valor. El restaurante se posiciona en un nivel de precios medio-alto (nivel 3), y algunos detalles han generado críticas. El cobro de un cubierto considerado elevado, la composición de la panera (con exceso de grisines sobre el pan) o porciones de entradas como el chorizo bombón, que pueden parecer escasas por su precio, son aspectos que algunos clientes han señalado. También se han reportado inconsistencias menores, como papas fritas con sabor a aceite usado o la falta de disponibilidad de ciertos cortes de la parrilla, como las achuras.
Una Experiencia Equilibrada
Finalmente, el ritmo del servicio puede variar. Mientras muchos alaban la atención, otros han sentido una cierta prisa por parte del personal para retirar los platos, especialmente cerca de la hora de cierre, lo que puede interferir con una sobremesa tranquila. Es importante notar que el restaurante no abre los domingos, una decisión tomada por los dueños para preservar el tiempo en familia.
Parrilla el Gato Verde es un referente de la gastronomía de Chacabuco que honra su larga trayectoria. Ofrece una experiencia genuina de bodegón y parrilla, con porciones generosas, sabores caseros y una atmósfera familiar. Es ideal para quienes buscan variedad y tradición. No obstante, los potenciales clientes deben estar preparados para una carta extensa que puede ser abrumadora y precios que, para algunos, pueden parecer elevados en ciertos ítems. La experiencia es, en general, muy positiva, aunque sujeta a las pequeñas inconsistencias propias de un negocio con un menú tan vasto.