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Parrilla Tomasito

Parrilla Tomasito

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C. 361 n° 1201, B1886 Ranelagh, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Restaurante
8 (623 reseñas)

Parrilla Tomasito, ubicada en la calle 361 de Ranelagh, fue durante años un punto de referencia para quienes buscaban la experiencia de un auténtico bodegón de barrio. Sin embargo, es fundamental aclarar desde el principio que este establecimiento ya no se encuentra operativo; cerró sus puertas de forma permanente. Su final no fue una decisión comercial, sino el resultado de un trágico incendio presuntamente intencional ocurrido en noviembre de 2023, que devastó por completo el local y dejó a varias familias sin su fuente de trabajo. Este artículo sirve como un análisis retrospectivo de lo que fue Parrilla Tomasito, basándose en las experiencias de quienes lo visitaron, para entender su lugar en la memoria colectiva de la zona.

El Ambiente: Un Clásico Bodegón con sus Pros y Contras

Quienes visitaban Tomasito se encontraban con una atmósfera que muchos definirían como "familiera". Era el tipo de lugar donde el ruido de las conversaciones se mezclaba con el sonido de los televisores mostrando partidos de fútbol y la música de cumbia de fondo. Esta ambientación vibrante, que incluía noches de karaoke durante la semana, era un gran atractivo para grupos de amigos y familias con niños. Las mesas, según varios comensales, gozaban de una buena distribución, evitando la sensación de estar encimado que a veces se sufre en otros Bodegones. Además, la opción de sentarse al aire libre y la facilidad para estacionar eran puntos a favor.

No obstante, este ambiente bullicioso no era del agrado de todos. Algunos testimonios describen un entorno ruidoso, con niños corriendo entre las mesas y conversaciones a un volumen elevado, lo que podía resultar incómodo para quienes buscaban una velada tranquila. Era, en esencia, un fiel reflejo de los bodegones de Buenos Aires más tradicionales: lugares populares, a veces caóticos, pero siempre llenos de vida.

La Propuesta Gastronómica: Generosidad y una Calidad Inconsistente

La comida en Parrilla Tomasito era un tema de opiniones divididas, aunque un punto en común era la abundancia. Las porciones eran generosas, un sello distintivo de los bodegones baratos y populares. La carta ofrecía los clásicos esperados de una parrilla tradicional, y muchos clientes salían satisfechos, elogiando platos como los bastones de muzzarella, los sorrentinos y, por supuesto, la parrilla.

Lo destacado del menú

Varios clientes recordaban con agrado la experiencia de la parrillada para compartir. Algunos comentarios resaltan la calidad de las achuras, describiendo chinchulines crocantes y chorizos de buen sabor. La costumbre de recibir una pasta de berenjenas asadas con pan como aperitivo de cortesía era un detalle apreciado que sumaba a la experiencia. Para muchos, la ecuación era simple: comida rica, abundante y a precios que, en general, se consideraban accesibles.

Los puntos débiles en la cocina

A pesar de las críticas positivas, existía una notable inconsistencia en la calidad de la cocina. Mientras unos elogiaban la parrilla, otros tuvieron experiencias decepcionantes. Un testimonio detallado describe un chorizo con un sabor desagradable, chinchulines de textura gomosa y un corte de asado duro, con exceso de grasa y nervios, calificándolo como proveniente de un animal de edad avanzada. Incluso acompañamientos sencillos como la ensalada mixta llegaron a ser criticados por la baja calidad de sus ingredientes, como una cebolla en mal estado. Esta irregularidad era el principal punto débil del restaurante: la visita podía resultar en una comida memorable o en una profunda decepción, dependiendo del día.

Servicio y Precios: La Cara Amable y el Debate del Valor

Si hubo un aspecto en el que Parrilla Tomasito brilló con consistencia fue en la atención. Prácticamente todos los comentarios, incluso los más críticos con la comida, coinciden en destacar la amabilidad y buena disposición del personal. Las camareras eran descritas como simpáticas y cordiales, creando un ambiente acogedor que a menudo compensaba otras falencias. Este trato cercano y atento era, sin duda, uno de los pilares del negocio.

Sin embargo, el servicio no estaba exento de problemas. Se reportaron demoras significativas en la entrega de los pedidos en más de una ocasión, provocando que los comensales de una misma mesa comieran a destiempo. En cuanto a los precios, la percepción general era que el lugar ofrecía una buena relación costo-beneficio, con un nivel de precios moderado. No obstante, algunos clientes señalaron que ciertos ítems, como los postres, tenían un costo desproporcionadamente alto. En un contexto de alta inflación, una cuenta final elevada para dos personas podía generar dudas sobre si la experiencia completa justificaba el gasto, especialmente si la calidad de la comida no había estado a la altura.

Un Legado Comunitario Interrumpido

Parrilla Tomasito ya no es una opción para los vecinos de Ranelagh y sus alrededores. Su cierre abrupto y violento dejó una marca en la comunidad. Era un establecimiento con imperfecciones evidentes, desde su ruidoso ambiente hasta la inconsistencia de su cocina. Pero también era un lugar con un alma de bodegón, que ofrecía porciones generosas, un servicio que hacía sentir a la gente como en casa y un espacio para el encuentro social. Su historia, con sus altos y bajos, refleja la realidad de muchos comercios de barrio que, con sus virtudes y defectos, se convierten en parte esencial del tejido social de una localidad.

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