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Rocknrolla

Rocknrolla

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Av. Libertador Gral. San Martín 2225 Oeste, J5400 San Juan, Argentina
Bar Restaurante
8.4 (3208 reseñas)

Rocknrolla se ha establecido en la Avenida Libertador como un punto de encuentro concurrido para quienes buscan un ambiente temático y una oferta gastronómica variada. Con una propuesta que fusiona bar y restaurante, este local atrae a un público amplio, lo que se refleja en su elevado número de reseñas online. Su nombre evoca una atmósfera musical específica, y el lugar busca cumplir con esa promesa a través de su ambientación y su propuesta general, que lo posiciona como un bodegón moderno en el circuito nocturno de San Juan.

Ambiente y Propuesta General

El establecimiento ofrece una experiencia que muchos clientes describen como agradable y tranquila, ideal para una salida casual. La opción de sentarse tanto en el interior como en el exterior permite a los comensales elegir su entorno preferido, un detalle valorado positivamente. El menú es amplio y contempla diversas preferencias, incluyendo platos para vegetarianos y una carta de bebidas extensa. Los horarios de atención son otro de sus puntos fuertes, extendiéndose hasta altas horas de la madrugada, especialmente durante los fines de semana, lo que lo convierte en una opción viable para cenas tardías o para continuar la noche con comida y tragos.

Fortalezas en su Carta

Dentro de su variada oferta, algunos platos han logrado destacar y recibir elogios consistentes. Las entradas, como las "papas temáticas del lugar", son frecuentemente mencionadas como un acierto, sabrosas y bien ejecutadas. Ciertas tablas para compartir, como la que lleva el nombre del local, "tabla de rocknrolla", también han generado opiniones positivas, siendo descritas como abundantes y ricas. En el ámbito de las bebidas, los clientes han destacado la preparación de cócteles como el daiquiri y la calidad general de los tragos, lo que refuerza su faceta como bar.

La Inconsistencia: El Gran Desafío de Rocknrolla

A pesar de sus puntos positivos, el principal problema que enfrenta Rocknrolla es una marcada inconsistencia en la calidad de su cocina y servicio. Esta dualidad genera experiencias radicalmente opuestas entre sus visitantes. Mientras algunos disfrutan de una velada placentera, otros se llevan una profunda decepción, y las críticas negativas son tan contundentes como los elogios.

El Problema Recurrente de las Carnes a la Parrilla

El punto más crítico y alarmante se encuentra en sus platos de carne. La "tabla de asado para compartir" es el foco de las quejas más severas. Varios clientes, en distintas ocasiones, han reportado problemas graves con este plato. Las descripciones son explícitas y preocupantes, mencionando carne con mal sabor, recalentada, con exceso de grasa y, en los casos más extremos, con un olor desagradable que algunos han comparado con el de "perro muerto", sugiriendo que el producto podría estar en mal estado. Que una queja de esta magnitud se repita en el tiempo indica un problema de fondo en la gestión de sus carnes a la parrilla, un elemento fundamental en la gastronomía argentina.

Otros platos tampoco escapan a la crítica. Se han reportado pastas, como los sorrentinos de chivo, que llegan a la mesa fríos y con la masa semicruda. Pequeños detalles, como unos nachos descritos como "muy blancos" o pálidos, también restan puntos a la experiencia culinaria, mostrando una falta de atención en la ejecución final de platos que, en teoría, deberían ser sencillos de preparar.

Servicio y Equipamiento: Detalles que Marcan la Diferencia

La calidad del servicio humano también parece ser una lotería. Hay mozos que son elogiados por su buena atención y predisposición, manejando la noche con profesionalismo. Sin embargo, otras reseñas apuntan a un servicio deficiente y lento, con clientes que se sienten ignorados a pesar de haber llegado primero. Esta variabilidad en la atención se ve agravada por lo que parece ser una carencia de equipamiento básico para un bar de su categoría.

Una crítica recurrente señala que el personal debe hacer "malabares" por la falta de herramientas indispensables. Se menciona la ausencia de fraperas para mantener las bebidas frías y, más llamativo aún, una escasez o mal manejo de la cristalería. Servir gin en copones de cerveza o vino en copas de champagne denota una falta de profesionalismo que devalúa la experiencia, especialmente para quienes acuden al lugar esperando disfrutar de un buen trago. Estos fallos estructurales no solo afectan la percepción del cliente, sino que también dificultan el trabajo del personal, por muy buena voluntad que este tenga.

Veredicto para el Potencial Cliente

Visitar Rocknrolla parece ser una apuesta con resultados inciertos. Por un lado, ofrece un ambiente temático atractivo, horarios convenientes y una carta donde es posible encontrar opciones bien logradas, como algunas entradas y cócteles. Es un lugar que puede funcionar bien para una reunión informal centrada en bebidas y aperitivos sencillos como unas papas fritas.

Sin embargo, el riesgo de una mala experiencia es considerablemente alto. Los problemas reportados con platos principales, especialmente con la tabla de asado, son lo suficientemente graves como para ser un factor disuasorio. La inconsistencia en el servicio y las fallas en el equipamiento básico son señales de alerta que un cliente debe considerar. Quien decida visitarlo debería hacerlo con expectativas moderadas, quizás optando por los platos que tienen mejores referencias y siendo consciente de que la calidad puede variar drásticamente de un día para otro. Rocknrolla tiene el potencial de ser un referente en el circuito de bodegones en San Juan, pero para lograrlo necesita urgentemente estandarizar la calidad de su cocina y solucionar sus deficiencias operativas.

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