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Uribe Ranch Carnes Braseadas

Uribe Ranch Carnes Braseadas

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A.c, Av. Valeria de Crotto 109, B1815 Uribelarrea, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Bar Restaurante
8.2 (1001 reseñas)

Ubicado sobre la avenida principal de Uribelarrea, Uribe Ranch Carnes Braseadas se presenta con una estética que cumple a la perfección con el imaginario colectivo de un restaurante de campo. Su fachada y ambiente rústico, junto a un imponente asador a la vista con costillares enteros dorándose a fuego lento, constituyen una poderosa carta de presentación. Esta imagen promete una experiencia auténtica de parrilla argentina, atrayendo a visitantes que buscan desconectar y disfrutar de los sabores tradicionales. Sin embargo, un análisis detallado de las experiencias de sus comensales revela una realidad compleja, con marcados contrastes entre sus fortalezas y debilidades.

La Propuesta Gastronómica: Entre Aciertos y Fuertes Críticas

El menú de Uribe Ranch se centra en su opción de parrilla libre, una modalidad muy popular en los bodegones de la provincia. La experiencia suele comenzar con una entrada que, según múltiples opiniones, contiene uno de los puntos más altos del lugar: las empanadas fritas. Calificadas como "buenísimas" por varios clientes, parecen ser un acierto consistente. La picada de fiambres y escabeches que la acompaña también recibe comentarios positivos, aunque algunos señalan que se trata de productos que no son de elaboración propia.

Lamentablemente, el consenso positivo parece terminar abruptamente cuando llega el plato principal. Una de las críticas más recurrentes y severas es la notable diferencia entre la calidad de la carne exhibida en el asador y la que finalmente se sirve en la mesa. Varios clientes han manifestado su decepción al ver costillares espectaculares para luego recibir cortes de menor calidad, como puntas de asado o fetas de vacío excesivamente finas. Esta práctica, percibida como un engaño visual, es una fuente importante de descontento.

A esto se suma una queja aún más grave para un establecimiento especializado en carnes: la calidad y el punto de cocción. Existen numerosos testimonios que describen la carne como "sobrecocida", "dura" y "seca". Incluso se menciona que algunos productos, como las morcillas, parecían recalentados. Un cliente que solía frecuentar el lugar destacó un declive notable, recordando una época en que la comida era "fabulosa" y las papas rústicas eran caseras, en contraste con las actuales papas congeladas de bolsa. Esta percepción de una baja en la calidad es un factor determinante en la experiencia del comensal.

El Servicio: Una Experiencia Inconsistente

El trato al cliente en Uribe Ranch es un área de fuertes contradicciones. Por un lado, hay visitantes que destacan la amabilidad y buena atención de las mozas. Comentarios como "muy bien atendidos" y "las mozas muy amables" sugieren que una parte del personal se esfuerza por brindar una buena experiencia. Sin embargo, esta no es una percepción universal.

Otras reseñas pintan un panorama completamente opuesto, describiendo un servicio extremadamente lento y desorganizado. Un testimonio detalla una espera de "mil horas" para recibir los pedidos, con una camarera que tomaba nota de otras mesas en lugar de traer lo solicitado. Esta ineficiencia es especialmente problemática en un sistema de parrilla libre, donde la capacidad de pedir más comida depende de la atención del personal. La frustración llega a tal punto que algunos clientes optan por irse, sintiendo que pagaron por un servicio que no recibieron en su totalidad. Esta disparidad en el servicio genera una sensación de incertidumbre para el futuro cliente: la atención puede ser tanto un punto a favor como el principal motivo de una mala experiencia.

Ambiente y Precios: ¿Se Justifica el Gasto?

Nadie puede negar que el ambiente de Uribe Ranch es uno de sus principales atractivos. El estilo de bodegón de campo está muy bien logrado, con una decoración rústica que transporta a un entorno rural y tradicional. Es un lugar que, visualmente, invita a quedarse. No obstante, un pequeño detalle mencionado por un cliente es que la ropa puede quedar impregnada con un fuerte olor a humo, algo a considerar para quienes son sensibles a ello.

El factor decisivo para muchos es la relación precio-calidad. Con un costo que ronda los $26.000 por persona para la parrilla libre, sin incluir bebidas ni postre, las expectativas son altas. Y es aquí donde Uribe Ranch parece fallar para una porción significativa de sus clientes. El alto precio, combinado con las deficiencias en la calidad de la carne y la inconsistencia del servicio, lleva a muchos a la conclusión de que el valor ofrecido no justifica el desembolso. A esto se suma la crítica sobre la oferta de bebidas; a pesar de tener carteles de cerveza artesanal, la selección se limita a marcas industriales a precios elevados.

Uribe Ranch Carnes Braseadas se encuentra en una encrucijada. Posee una ubicación privilegiada y una estética atractiva que lo posicionan como un típico bodegón en Uribelarrea. Sin embargo, la promesa que su imagen proyecta se ve opacada por recurrentes críticas sobre la calidad de su oferta principal: la carne. Los potenciales clientes deben sopesar sus prioridades: si buscan un entorno campestre y no son extremadamente exigentes con la comida, podrían disfrutar de las entradas y el ambiente. Pero si el objetivo principal es degustar una parrilla argentina de alta calidad, las numerosas advertencias sobre la comida y el servicio variable sugieren que la experiencia podría no cumplir con las expectativas generadas por su precio y su atractiva puesta en escena.

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